La
obesidad es uno de los principales problemas de salud de la sociedad moderna,
estando ampliamente extendido en los países industrializados.
Aunque entre los expertos ya era bien conocido que la
obesidad provoca trastornos en la ovulación, recientemente se ha
conocido la relación
existente entre la obesidad con la disminución de la fertilidad femenina.
¿Qué es
la obesidad?
La
obesidad es un exceso de almacenamiento de energía en forma de grasa, caracterizado
por un aumento del tejido adiposo (graso) que no guarda proporción con el
depósito proteico ni de hidratos de carbono.
Esta situación aparece como resultado del balance entre las calorías
ingeridas y el gasto energético del individuo. En algunos casos, las
causas que condicionan un balance de energía positivo (un exceso de la energía consumida frente al gasto
realizado) parecen derivar de la combinación de factores ambientales y
factores neuroendocrinos.
La aparición de la obesidad en mujeres en edad
fértil depende no sólo de factores biológicos (por ejemplo, trastornos en la
producción de hormonas sexuales o en el metabolismo) sino también del efecto de ciertas variables
ambientales, psicológicas y conductuales que determinan un balance
energético positivo.
En
personas obesas son frecuentes las alteraciones del ciclo menstrual, la
anovulación crónica (cuando los ovarios no pueden lanzar
un ovocito, siendo su causa más habitual la amenorrea) y el hiperandrogenismo
(aumento de la secreción de andrógenos, hormonas sexuales masculinas que causan
anovulación).
Hay
que decir que cualquier problema de peso puede llegar a convertirse en un
impedimento para conseguir un embarazo, incluyendo la
carencia de éste (anorexia) como el exceso del mismo (sobrepeso y obesidad).
En el caso de la obesidad, esta afecta a un alto porcentaje de mujeres
en edad fértil. Así, en un estudio reciente, realizado en el Centro
Médico Académico de Ámsterdam, se comprobó que en pacientes con un índice de masa corporal (IMC)*
mayor de 30 Kg/m2 la probabilidad de concepción por vía natural era
menor que en las mujeres de peso normal (IMC comprendido entre el 18 y 25
Kg/m2). Concretamente, en una mujer con índice de masa corporal
de 35 Kg/m2 la posibilidad de quedar embarazada de forma natural era un 26%
menor que en una mujer sin sobrepeso. Y en mujeres de
índice de 40 Kg/m2, la relación obesidad y fertilidad, disminuía un 43%.
En este estudio se identificó como una de las
responsables de esta problemática a una hormona llamada leptina.
La leptina es una sustancia sintetizada y
secretada por el adipocito (conjunto de células que forman el tejido adiposo o
graso del cuerpo), que emite una señal al hipotálamo e induce a la
pérdida/aumento de peso. Por ello, existe una estrecha relación entre la leptina, el peso y el índice de
grasa corporal.
Es posible que las mujeres obesas puedan tener
alguna distorsión en los niveles de leptina, lo cual disminuye las
posibilidades de una implantación adecuada del óvulo en el útero y, por tanto,
disminuye la fertilidad.
La
obesidad también influye sobre la evolución de los embarazos logrados con
técnicas de reproducción asistida. Así, los cambios
hormonales y metabólicos relacionados con la obesidad de la mujer pueden
afectar a distintos niveles del proceso de embarazo. Por ejemplo, la calidad de
los ovocitos puede verse reducida, puede dificultar la maduración embrionaria y
afectar la evolución del embarazo.
Los estudios en conjunto
sugieren que la obesidad también afecta la fertilidad masculina. Es frecuente que estos pacientes consulten por disfunción eréctil.
Por ejemplo, otro estudio reciente encontró una frecuencia de disfunción
eréctil del 17% en hombres de 40 a 70 años que aumentaba a un 45% en aquellos
con un índice de masa corporal de más de 30. Por el contrario, la
pérdida de peso podría revertir el trastorno sexual.
Conclusiones
Cuando
se producen anomalías en el peso, en este caso obesidad y sobrepeso, pueden
existir problemas de fertilidad tanto en el hombre como en la mujer.
Por ello es recomendable que si tienes problemas de obesidad o
sobrepeso acudas a un especialista para tratar este problema antes de intentar
el embarazo y así mejorar las posibilidades de éxito.
El Índice de Masa Corporal es la relación
entre el peso de una persona con su altura y sirve para evaluar el grado de
riesgo asociado con la obesidad:
- Menor de 18 se aprecia carencia de peso.
- Entre 18 y 25 se considera peso normal.
- Entre 25 y 30 se observa un aumento de riesgo. Los pacientes con este peso son considerados con "sobre peso" o "exceso de peso".
- Entre 30 y 35 se considera "obesidad leve", entre 35 y 40 se considera "obesidad moderada".
- Más de 40 se considera "obesidad mórbida".
- Para calcularlo: IMC = PESO x ALTURA2
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