Compasión no es pesar, es una de las
más hermosas expresiones del amor incondicional y generoso.
Compasión es sentir en el alma el dolor
ajeno, apiadarse y ayudar al que sufre y necesita.
Jesús
fue pura compasión y también lo fueron Buda, Madre Teresa y tantos seres de luz
en distintos credos.
En el
cristianismo y el budismo ser
compasivo es lo máximo y allí está la esencia de la religión y del amor.
En
sánscrito compasión se dice Karuna y aquel que la practica está en el sendero
de la verdadera iluminación.
Eres compasivo cuando vences la
indiferencia,
cuando actúas con un buen corazón, cuando eres amor puro.
Si eres compasivo no juzgas a nadie ni te haces el desentendido
cuando tu hermano necesita apoyo.
Aprende de Jesús que sanaba a los
enfermos, daba la vista a los ciegos y regalaba amor a los que sufrían.
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