Google Ads

BUENAS EMPRESAS


Según varios expertos una buena empresa es aquella en la que se viven estos principios:
1. Lo más importante son las personas y por eso hay humanismo, una valoración constante y un clima de respeto en el que la falta de equidad, el chisme y la envidia no contaminan la cultura organizacional. Allí se invierte mucho en capacitación y mejoramiento de los empleados en todos los niveles.
2. Todos vibran con una misión clara, unos valores y una visión compartida. Esto se logra con líderes centrados que saben dialogar y delegar. También con unos valores que, en lugar de ser impuestos desde arriba, son asumidos por todos y traducidos a un modo de ser y un estilo de vida. Una buena empresa se reconoce por la actitud de su gente, por la manera como todos se identifican con un sueño y un servicio. Si cada persona siente como suyos los procesos y la misión, todo lo demás marcha sobre ruedas.
3. En una buena empresa cada cual está empoderado, hace un trabajo excelente y no se entromete en otros asuntos. Eso pide que los líderes sean claros y ejerzan un influjo positivo, cuyo peso depende de lo que ellos mismos viven y hacen, no del cargo o la autoridad que detentan. Los jefes son facilitadores del trabajo personal y en equipo; no se escudan generando miedo y tampoco se limitan a dar órdenes, corregir o juzgar.
4. Una empresa excelente se distingue, porque hay un buen trabajo de equipo con flexibilidad, humildad y confianza. Hay sinergia, ya que la gente es tratada con respeto, equidad y aprecio, independientemente de los resultados.
5. La comunicación fluye sin barreras y es asertiva, clara y positiva. Como los líderes no son autocráticos, todos puede expresar lo que sienten usando los tres famosos filtros: sólo se dice algo si es necesario, bueno y verdadero. Se respira un clima de tolerancia y hay estímulos y ambiente para ir más allá de una comunicación fría y sin corazón.
6 Hay apertura al cambio, una creatividad despierta y mente abierta para innovar. Esto es vital en un mundo de constantes mutaciones en el que lo único estable es el cambio. En una buena empresa el compromiso por innovar evita posturas rígidas, le hace un conjuro a la rutina y mantiene despierta la capacidad de asombro. Eso exige un estímulo constante y asumir los errores como valiosas experiencias y aprendizajes, no como fallas que se castigan.
7. Finalmente, las buenas empresas tienen trabajadores que se sienten como socios, no como simples asalariados. A todos se les nota el sano orgullo de verse como protagonistas de un sueño social que beneficia a la comunidad, y ofrece productos y servicios excelentes.
Por eso una empresa que perdura necesariamente brilla por su responsabilidad social y cuenta con jefes sensibles al entorno, a las situaciones adversas de los empleados y a la situación del planeta. Hoy, hacen falta más y más compañías transparentes, con verdadera responsabilidad social y que apoyan un desarrollo sostenible.
Gonzalo Gallo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Por favor, escriba aquí sus comentarios

Gracias por su visita.

EnPazyArmonia