'El
otro': Encontré la columna del 29 de agosto en la que recomienda a la señora
María Elena terminar una relación de 20 años de casada por infidelidades de su
esposo...
Entiendo que se asesora por "expertos" para
escribir sus opiniones, pero le sugiero que se documente usted misma sobre lo
que va a opinar. La fidelidad es un tema que debe ser analizado con una actitud
objetiva...
El
camino más fácil para la infidelidad es la separación, pero si estudiara el
fenómeno desde la antropo- logía, sociología, psicología, filosofía, historia y
demás, podría haber escrito algo serio, con impacto social, algo más útil para
la señora, no solo que vaya al abogado a tramitar su divorcio. (Cita varios
textos).
Le agradezco que se haya tomado el tiempo para escribirme y
tratar de ilustrarme sobre lo que considera correcto y admisible. Sin embargo,
me parece que está equivocado cuando dice que el camino fácil es separarse.
Todo lo contrario. El camino más fácil es quedarse en una relación donde la
están menospreciando e hiriendo, solo por miedo a estar sola o a la
inestabilidad. Separarse de quien uno ama, con quien tuvo hijos y en quien
confió es de las decisiones más difíciles de la vida.
Independientemente
de que los estudios demuestren que la infidelidad es 'normal' en los humanos,
creo que estos no miden el dolor y el sufrimiento que causa.
El hombre no es un animal que puede sucumbir ante todos los
instintos que le producen placer. Si un hombre o una mujer tiene la necesidad
física, emocional o psicológica de estar con varias parejas al mismo tiempo
debería ser lo suficientemente maduro de no entrar en una relación de
matrimonio en la cual se compromete a ser monógamo. Nadie obliga a nadie a
casarse ni a prometer fidelidad.
La
infidelidad no es solo un tema sexual, es un tema de mentira, engaño y
traición. Si una persona está sufriendo por el comportamiento del otro no hay
estudio que justifique que permanezcan juntos.
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